HOMO NEANDERTHALENSIS
Dos especies humanas, el "Homo Neanderthalensis" y el "Homo Sapiens", que provenían del "homo erectus", se enfrentaron en Europa y norte de África por el mismo nicho ecológico. Este encuentro provocó la desaparición de una de las dos especies.
El Homo Neanderthalensis es llamado “hombre de Neandertal” debido a que fue en el valle de Neander (Alemania), donde se encontró el primer cráneo que demostró su existencia.
Llegaron a Europa mucho antes que nosotros y no sólo poblaron este continente, también se han encontrado restos en África del norte y Asia.
Su constitución ósea era muy similar a la nuestra, aunque de menor estatura (entre 1,55 y 1.65 m) y sus extremidades más cortas. Tenían una apariencia corpulenta, con una cadera más ancha y unos huesos más gruesos necesarios para soportar su masa corporal.
comparación de el esqueleto de un homo sapiens y un homo Neanderthalensis
Estas características son consecuencia de una adaptación al frío, ya que teniendo un cuerpo voluminoso se minimiza la pérdida de calor.
El cráneo también era diferente al nuestro: más grande, con arcos supraorbitales prominentes, frente corta hacia atrás y carentes de mentón.
Estas diferencias se minimizan cuando hablamos de niños ya que el parecido con nuestra especie es impresionante, como muestran las reconstrucciones realizadas a partir del cráneo.
Reconstrucción de la imagen de un niño de Neanderthal
Esqueleto de un niño neandertal
Eran excelentes cazadores de grandes animales, y no sólo lo hacían para comer, también utilizaban sus pieles para cubrir su cuerpo. Las herramientas fabricadas por los neandertales son del tipo musteriense, que permaneció sin cambios durante su existencia.
Eran principalmente armas de piedra tallada
El conocimiento que tenían del medio les permitía recolectar vegetales, frutas y raíces. La combinación de caza y recolección les proporcionaban una dieta omnívora variada.
Sabemos que construían hogares excavados en el suelo o en cuevas, y que se protegían del frío con hogueras que mantenían casi todo el tiempo encendidas.
Los científicos creían hasta hace poco que los neandertales no tenían capacidad de hablar y que se comunicaban mediante sonidos guturales y gritos.Pero lo cierto es que físicamente estaban tan dotados para hacerlo como nosotros, y es necesario tener una comunicación más sofisticada que unos simples gruñidos para realizar actividades como la caza en grupo, la construcción de hogares, el tratamiento de la piel y lo más importante: el enterramiento de los muertos y el cuidado de los enfermos.
En Shanidar (Irak) fueron enterrados siete individuos hace aproximadamente 70.000 años. En este yacimiento se han encontrado grandes concentraciones de polen sobre las tumbas, lo que algunos creen es la prueba de que colocaban flores sobre éstas.
El cuidado de individuos enfermos o con dificultades es también una prueba de que eran seres emocionales, como muestra el yacimiento de la Chapelle-aux-Saints (Francia), donde se encontraron los restos de un anciano con artritis, que debió vivir con intensos dolores y que no hubiera llegado a esa edad sin ayuda, o el esqueleto de Shanidar(Irak), que pertenecía a un individuo tuerto y con el brazo derecho inutilizado.
La idea de que el Homo sapiens y el neandertal podían haber tenido descendencia conjunta dando como resultado un híbrido, se encontraba rondando en el colectivo científico desde hace varios años. El 17 de abril de 2010 un equipo de científicos presentó un estudio en el que concluían que las dos especies humanas se habían cruzado ampliamente en dos ocasiones.
El neandertal y el Homo sapiens pudieron haber tenido híbridos
En la investigación, liderada por Jeffrey Long, se realizó un estudio genético de 1.983 personas de los cinco continentes. En él se pretendía llegar a una respuesta de la variabilidad que existe en unas posiciones determinadas del genoma, los microsatélites.
Tras componer un árbol evolutivo con los resultados, llegaron a la conclusión de que la mejor forma para explicar esa variabilidad era mediante dos cruces entre Homo sapiens y otras poblaciones de especies Homo. Los híbridos resultantes habrían aparecido tras estos cruces, que ocurrieron en estos dos períodos:
- Hace 65.000 años en el Mediterráneo oriental.
- Hace 45.000 años en Asia oriental.
Además, el equipo de Long añadió que la población resultante del primer gran cruce con Homo neanderthalensis migró posteriormente a Europa, Asia y América. Mientras que la población nacida a partir del segundo cruce con una especie arcaica diversificó el mapa genético de Oceanía. Asimismo, los científicos encontraron que en los africanos actuales no hay signos de este cruce entre las dos especies humanas.
Principales yacimientos del homo neanderthalensis:
Chapelle-aux-Saints:
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Shanidar:
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Os dejo un breve resumen en power piont:
Homo Sapiens
El Homo Sapiens Sapiens surgió hace aproximadamente 50 000 años procedente de Africa y es una subespecie del Homo sapiens “hombre que piensa” o “capaz de conocer”, refiriéndose a la consideración del ser humano como “animal racional”, al contrario que todas las otras especies. Es la única que aún sobrevive de todo el género Homo y de los Homínidos.
También llamado hombre de Cro-Magnon (nombre que proviene de un yacimiento de la Dordoña francesa en el que se encontraron restos de Homo Sapiens en el año 1868), es el antecedente representativo y directo del hombre actual, cuyo desarrollo coincidió con el final de la Era Glacial, lo que provocó que se expandiera por diversas partes del mundo, incluyendo la Antártida. Con el Homo Sapiens se inició el Mesolítico.
Los primeros Homo Sapiens eran personas cuyos rasgos morfológicos se parecían y mucho a los actuales. Tal es la similitud, que son considerados los primeros en poseer un esqueleto “anatómicamente moderno”. Puede cambiar la estatura, el color de ojos, del pelo o incluso de la piel, pero las características de nuestro esqueleto siguen siendo las mismas Anatómicamente iguales a nosotros, estos grupos muestran algunos detalles biológicos exclusivos de nuestra especie como puede ser el mentón, pero también una serie de rasgos específicos que los paleontólogos interpretan como consecuencia directa de su modo de vida.
La evolución humana es el proceso de cambio que dio lugar a la aparición del Homo Sapiens. Hay evidencias que demuestran que las características físicas y de comportamiento comunes a todos los seres humanos fueron evolucionando a lo largo de, como mínimo, 6 millones de años. Esto se debe a las condiciones que la Tierra ha puesto sobre él. El hombre así ha podido adaptarse, y “hacerse con el control de la Tierra”.
El control del hombre sobre la Tierra no fue su físico, sino su capacidad de aprovechar y transmitir a sus descendientes la información cultural por medio de su inteligencia. Con ellos el estilo de vida, la cultura y la tecnología se transformaron completamente (es precisamente ahora cuando aparecen las primeras lanzas diseñadas para ser arrojadas). También se cuentan entre sus inventos el arco y la flecha. Huesos, colmillos, cornamentas..., fueron la materia prima utilizadas en la fabricación de los primeros adornos, agujas y lámparas en forma de cuchara en las que se quemaba grasa animal.
En las cuevas de la época de los cromañones se han encontrado gargantillas y pendientes, y los primeros recipientes cerámicos datan asimismo de este periodo, al igual que las primeras esculturas conocidas; es el caso de la Venus de Willendorf, una figurilla femenina de la fertilidad encontrada en Austria en el año 1908 y cuya datación se remonta a los 24.000 años.
No sabemos si, efectivamente, aquellas poblaciones aprendieron a tocar música y a hablar, pero las flautas son parte del registro arqueológico de las cuevas de los cromañones.
Su gusto por la música y la escultura era comparable a su interés artístico: algunas de las primeras cuevas con arte rupestre tienen un origen cromañón y se fechan en 25.000 años en Lascaux, en la Dordoña francesa.
Las características más evolutivas son: Terrestralidad (bajar de los árboles y empezar a vivir sobre el suelo) Bipedismo (caminar erguidos con solo dos extremidades) Cultura (dominio del fuego, construcción de herramientas, ropa, etc...) Encefalización (aumento del tamaño del cerebro en relación con el cuerpo).
Los neandertales y los homo sapiens convivieron durante alrededor de 10.000 años en la Península Ibérica. En ese tiempo, se sabe que compitieron por el acceso a la caza en los mismos nichos ecológicos e incluso que, aunque de manera esporádica, se mezclaron entre ellos, reproduciéndose principalmente machos neandertales y hembras sapiens.
Se han encontrado restos de los primeros miembros Homo Sapiens en el Cercano Oriente y los Balcanes, hace 50.000 años. El hombre moderno tiende a tener una frente más alta que la que tenía el Neandertal y otros homínidos primitivos. La media de la capacidad craneana del hombre moderno es aproximadamente de 1.350cm3. Sus características son similares al Homo Neandertal ya que convivieron con ellos y sufrieron los mismos cambios climatológicos, pero pudieron sobrevivir e incluso mejorar.
El clima volvió a recrudecerse. Las últimas capas de hielo descendieron desde el polo Norte haz unos 22.000 años, para desaparecer 12.000 años después. Durante este tiempo, las poblaciones de cromañones se adaptaron a los cambios climáticos gracias a una piel más clara capaz de producir cantidades suficientes de vitamina D para los huesos, a pesar de la escasez de luz solar.
El uso de un lenguaje más sofisticado que el del Neandertal le permitió mayor comunicación y a su vez un mayor desarrollo social. Esta fue un beneficio para su subsistencia. Igualmente, el que se hicieran más sedentarios por causa de su práctica con el fuego, fue de la mano con la domesticación de los animales y las primeras manifestaciones de la agricultura..
El Homo neanderthalensis vivió en áreas situadas entre el oeste de Europa y Asia central en una época comprendida entre hace 120.000 y 30.000 años. Su constitución ósea era muy similar a la del Homo Sapiens, aunque de menor estatura (entre 1,55 y 1.65 m) y sus extremidades más cortas. Tenían una apariencia corpulenta, con una cadera más ancha y unos huesos más gruesos necesarios para soportar su masa corporal. Estas características son consecuencia de una adaptación al frío, ya que teniendo un cuerpo voluminoso se minimiza la pérdida de calor.
Igualmente pasaba con sus fosas nasales, mucho más grandes, se supone que porque estaban adaptadas para calentar el aire en condiciones de máximo frío, algo que los investigadores han entendido que no les hacía falta a los "cromañones", ya que procedían de la más calurosa África, dominaban el fuego (empezaron a cocinar los alimentos) y tenían tecnología suficiente -como agujas- para tejer mejor sus ropajes.
VÍCTOR HERNÁNDEZ ARROYO – 4º B. (HOMO SAPIENS)
ALBERTO DE LA OLIVA -4ºB. (HOMO NEANDERTHALENSIS)